Gonzalo

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Aun no me recupero del estupor causado por la noticia que dos imberbes han deshonrado a sus familias protagonizando una gresca callejera digna de los barracones chalacos del inefable Alex Kouri.

Lo peor del enojoso asunto es que ambos chicos son nietos de dos fundadores de mi segundo hogar, el Partido Popular Cristiano.
Respetuosamente envio mis condolencias a Don Luis Alayza Grundy y Don Carlos Neuhaus Rizo Patron. En las casas de caballeros cuando uno de sus miembros deshonra a la familia, mejor es darlo por muerto.

A fines del siglo diecinueve, la casa Quevedo fue recibida por mi bisabuelo, Adolfo Quevedo Arguedas. Moqueguano, dirigente del Partido Civil, prefecto en el Cusco desde 1900 hasta 1908, año que es cesado por el nuevo presidente, Augusto Leguia Salcedo.

De sus 19 hijos, los mas notables fueron Sergio, Salustio y Arnaldo. El primero, medico neurocirujano, Rector de la Universidad Nacional San Antonio de Abad y Alcalde de la ciudad imperial. Los otros dos, oficiales del ejercito peruano, vencedores de la campaña de 1941.

De los 63 nietos, mi padre llamado Willy recibio la casa en 1968 y es el patriarca desde entonces. Ingeniero graduado con honores en la UNI. Magister egresado de ESAN. Fue alto funcionario de la empresa Petroperu. La linea de sucesion son mis tios Sergio, ingeniero agronomo que domicilia en el Cusco y Arnaldo, empresario jubilado que vive en el distrito de San Borja.

De los 87 bisnietos, yo soy el legitimo heredero. La linea de sucesion de mi generacion son mis primos Sergio, abogado cusqueño; Arnaldo, empresario hotelero, Fernando, ingeniero cusqueño, Walter, abogado egresado de la Universidad Catolica y Mario, estudiante universitario en Pucallpa.

De los 27 tataranietos, mi cachorro Gonzalo, estudiante universitario, es el legitimo heredero. La linea de sucesion son mis sobrinos Adolfo y Sergio. Ambos menores de edad.

Este jueves 18 de marzo, mi vastago cumplira 20 años y los Quevedo celebraremos un banquete en su honor.
Larga vida a Gonzalo Quevedo Arias.

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